AMOR DE DIOS PADRE (AHNSAHNGHONG) Y DIOS MADRE!!
Dios los bendiga mucho 😀
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (Cristo Ahnsahnghong y IDDSMM) es La verdadera iglesia.
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (Dios Madre y IDDSMM) cree en Dios Elohim (Dios Padre Ahnsahnghong y La Madre celestial).
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDDSMM y Sion) fue condeconado con el Premio de la Reina del Reino Unido.
La iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDDSMM) fue condeconado con el Premio de la Reina del Reino Unido.
Elohista SEP.2016 -Contraportada
LA IGLESIA DE DIOS SOCIEDAD MUSIONERA MUNDIAL(IDDSMM) ESTA CON DIOS PADRE AHNSAHNGHONG Y DIOS MADRE(MADRE CELESTIAL)
En los últimos días, nuestra (DIOS MADRE) Madre celestial aparece junto con nuestro (DIOS PADRE)Padre celestial y nos da la vida eterna.(IDDSMM)
Gracias al Padre Ahnsahnghong y la Madre celestial 🙂
Al llegar a Listra, Pablo y Bernabé predicaban el evangelio. Allí cierto hombre estaba sentado, imposibilitado de los pies, y oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo a gran voz:
«Levántate derecho sobre tus pies.»
Y él saltó, y anduvo. Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo: «Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros»
El sacerdote de su templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios a los dos hombres. Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, se lanzaron entre la multitud, dando voces y diciendo:
«Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.»
Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.
Muy de mañana, Jesús salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Simón y los que con él estaban, vinieron a él.
“Todos te buscan.”
Jesús les dijo: “Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido.”
Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea.
La noche anterior, Jesús pasó un tiempo apretado curando hombres con diversas enfermedades y echando fuera muchos demonios. Sin embargo, arriesgando el cansancio de su cuerpo, comenzó su día con oración muy de mañana. Con el fin de llevar a cabo su misión de predicación en esta tierra, Jesús movió sus pasos en silencio.
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo,[…]”(Col. 4:2~3)
Se nos ha confiado la misión de predicar a siete mil millones de personas. Entonces, ¿qué debemos orar? Es obvio. Pidamos la gracia de Dios antes de dar el primer paso para predicar el evangelio, de modo que no tengamos miedo dondequiera que vayamos. Hemos sido llamados para ello, y la obra de la salvación se llevará a cabo en dondequiera que avancemos.
fuente : Eloista
Cuando los descendientes de Jacob vivían en Egipto, los hijos de Israel aumentaron en extremo a medida que pasaba el tiempo, y llegaron a ser más que los egipcios. Ante esto, el rey de Egipto se sintió amenazado y dio una orden estricta a las parteras de las hebreas, Sifra y Fúa.
“Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva.”
Si desobedecían la orden real, no podían evitar la muerte. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como el rey de Egipto les mandó, sino que preservaron la vida a los niños.
Ante esto, el rey de Egipto se enfadó mucho e hizo llamar a Sifra y Fúa.
“¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños?”
Entonces Dios les dio sabiduría y las parteras evitaron la crisis, diciendo:
“Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robusras, y dan a luz antes que la partera venga a ellas.”
Y Dios hizo bien a las parteras y prosperá sus familias, y también el pueblo de Israel se multiplicá.
Las parteras pusieron en peligro su vida al desobedecer la orden del rey, pero estaban del lado de Dios y se decidieron y actuaron consecuentemente. Así que las dos mujeres, que no perjudicaron a la nación incluso arriesgando su vuda, pudieron salir del aprieto eon la sabiduría dada por Dios, y sus familias prosperaron.
La razón por la que las parteras pudieron estar del lado de Dios en la encrucijada entre la vida y la muerte, era que temían a Dios. Los que pertenecen al reino de Dios ponen por delante la voluntad de Dios en cualquier momento.
Mientras llevamos la vida de la fe, a verces resulta difícil tomar una decisión. Por lo tanto, juzguemos con el corazón que teme a Dios y actuemos consecuentemente. Entonces, recibiremos en abundancia la sabiduría y las bendiciones del cielol.
Sal. 34:9 “Temed a Jehová, vosotros sus santos, pues nada falta a los que le temen.”
fuente : Elohista