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Ya han transcurrido diez años desde que vine a Corea. ¿Habrá cambiado mucho mi ciudad natal Yanbian, en China? Vine a Corea en la flor de mi edad para trabajar. Todo era desconocido para mi y mi vida en Corea era una serie de dolores. Cuando estaba abrumada por el trabajo y me sentía sola, extrañaba mucho mi ciudad natal. Lloraba un río de lágrimas todas las noches durante casi un año. El tiempo paso. Me casé y tuve un bebé. Poco a poco, me acostumbre a mi vida en Corea pero siempre extrañaba mi ciudad natal.

Mientras vivía así, unas personas que predicaban la palabra de Dios me hicieron una pregunta inesperada:»Ha escuchado acerca de la Madre celestial?» Al oir la palabra «Madre»,vino a mi mente un vago recuerdo de mi madre y de mi anorado pueblo. Intrigada, les pedí que me mostraran la respuesta a través de la Biblia. El testimonio sobre la Madre celestial aparecía desde la primera pagina del libro de Génesis. A través de la Biblia pude aprender que no solo existe la Madre sino también que Ella vino a esta tierra para llevarme de regreso a mi hogar espiritual. Como fui bendecida con el perdón de pecados y llegué a saber más sobre el principio del alma, mi alegría de encontrar mi verdadera patria se hizo mayor.

Un día, una señora de mi vecindario vino a mi casa. Ella y yo éramos de la misma ciudad, y tenía una relación cordial conmigo. Ella estaba cansada de cuidar a sus tres niños sin tener ningún momento libre para si misma. Quería hablarle ansiosamente sobre nuestra patria celestial. Cuando le menciona que la Iglesia de Dios habia recibido la Mencion Presidencial que otorga a la mejor organizacion y la invite de manera casual, acepto como si hubiera estado esperandolo. Resulta que ella ya era nuestra hermana espiritual; habia aceptado a Dios en China antes que yo. Pero cuando llego a Corea poco despues, perdió contacto con la iglesia. Después de regresar a los brazos de Dios, se veia más feliz dia tras día. Decía que se sentía muy bien cuando estudiaba la palabra de Dios, y elogiaba constantemente a nuestra iglesia. La razón por la que pudo recuperar la sonrisa me motivo también a mi. Antes, solia tener cambios de animo; pero ahora sonrió todo el día. Mi familia también esta más feliz. Todo esto es porque he conocido a nuestra Madre espiritual y he encontrado nuestra patria espiritual. Así como extraño Yanbian, mi ciudad natal, echo de menos el reino de los cielos. Estoy segura de que todos extrañan su hogar aunque lo olviden un momento. El cielo es el lugar adonde todos regresaremos. Le diré a la gente con más pasión que éramos aunque lo hayamos olvidado ángeles que vivían alegremente en el reino celestial.

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