El gentío se agolpaba sobre Jesús que estaba junto al lago de Genesaret, para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago, y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón Pedro, enseñaba desde la barca a la multitud.
Cuando terminó de hablar, dijo a Pedro:
“Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.”
“Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echar? la red.”
Habiéndolo hecho, confiando en la palabra de Jesús, encerranron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Los compañeros que estaban en la otra barca vinieron a ayudarle, arrastraron la red y llenaron ambas barcas.
Pedro era pescador, él estaba familiarizado con la vía acuática y conocía bien la ruta migratoria de los bancos de peces y el tiempo de echar y sacar la red, es decir, era un experto en el trabajo en barco.
Según su amplia experiencia y su conocimiento como pescador, habría podido pensar que volver a remar al mar y echar la red sería un esfuerzo en vano. Además, habría tenido muchas ganas de descansar regresando a su casa, porque estaba agotado por haber trabajado toda la noche, Sin embargo, Pedro bogó mar adentro y echó otra vez la red, dejando sus demás pensamientos y solo “confiando en la palabra de Jesús”.
Es fácil dar prioridad a nuestra experiencia y conocimiento acerca de un trabajo que es de nuestro campo. Esto sucede aún más cuando se quiere hacer coincidir con la realidad. Sin embargo, en cualquier situación, se debe dar prioridad a la palabra de Dios. Es porque no hay ninguna orden que Dios nos da solo para molestarnos, y todas las palabras de Dios tienen relación(Dt. 8:11~16).
Dejando nuestro propio pensamiento, primero confiemos en la palabra de Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre (la Madre celestial) comprendiendo su voluntad. Las enormes bendiciones que nunca hemos experimentado hasta ahora, seguirán llegando.
Fuente : Elohista